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nindee

Hace tiempo, unos amigos y yo descubrimos una casa de madera abandonada en el campo. Desde ese día, nos reuníamos allí de noche a charlar y hacer espiritismo. Quedábamos en l apuerta, porque nos daba miedo entrar solos, así que, cuando estábamos todos, entrábamos. Un día Fede no aparció y, después de esperarlo un rato, decidimos entrar; si venía, vería la luz y entraría. Cuando encendimos las velas, vimos que había una capa con capucha colgada de una percha que antes no estaba. Nos asustamos un poco pero pensamos que Fede nos habría querido gastar una broma. Terminamos nuestra sesión de Ouija y Fede no había llegado aún, así que nos fuimos a casa. Al día siguiente Fede tampoco apareció. Cuando entramos a la casa nos lo encontramos colgado del techo, ahorcado, con la capa con capucha puesta y salimos corriendo. No se lo dijimos a nadie. Pensábamos que había sido culpa nuestra por hacer espiritismo, así que decidimos ir al día siguiente para averiguar lo que había pasado. Cuando llegamos allí no había nada, ni Fede, ni la capa, ni la cuerda ni la percha. Sólo la mesa, las sillas y las velas que usábamos siempre. De todos modos, volvimos a hacer la Ouija para ver si contactábamos con Fede, pero nos llevamos una sorpresa: Nos contestó el espíritu de un anciano que había sido asesinado allí hacía años. Se llamaba Carlos. Nos dijo que él había matado a nuestro amigo, que la capa era suya, lo habían enterrado con ella. Estaba allí condenado a pasar toda la eternidad vengando su muerte. Yo pensé que habría sido alguno de los otros, tomándonos el pelo, pero de todas formas pensamos que sería mejor no volver por allí. Al día siguiente, quise ir a la casa para hacer la Ouija yo solo, sin que nadie intercediera con su dedo. Cuando llegué, ví luz por la ventana y pensé: "Esta gente se me ha adelantado". Abrí la puerta. Ana estaba clavada en ella con un hacha en la espalda, Jose estaba ahorcado en el mismo sitio donde encontramos a Fede. Tumbado en el suelo estaba Pablo y, arrodillado junto a él, Fede: "Fede!!" grité, "pensé que habías muerto!!" Se dió la vuelta y me miró. Era Fede, pero su expresión era completamente distinta, los ojos hundidos, ojeras, nariz afilada... Empezó a correr hacia mí, con el cuchillo con el que acababa de matar a Pablo. Cerré la puerta y salí corriendo mientras Fede gritaba que ahora, él tenía que vengar su muerte, "Tú, también morirás!! Te encontraré". Nunca más he vuelto a ir allí, pero mis amigos siguen desparecidos, nadie ha encontrado sus restos, ni una sola pista para encontrarlos.

Me contáis alguna historia de miedo?? Me encantan!! Besos. Ciao!!

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